Exposición de Fotografías

THE DARK ROOM

Agosto / jueves 15 - Septiembre / domingo 1 La Pared Negra Nave 3
#Fotografía #La Pared Negra

Desde el título de la exposición Eduardo Rawdríguez juega con la ambigüedad. El primer sentido del término, desde el punto de vista histórico, fue acuñado en 1604 por Johannes Kepler; mientras que el segundo tiene su origen la década sesenta del pasado siglo, durante los intensos años de la revolución sexual norteamericana. En ambos casos, la razón de ser de este espacio arquitectónico está asociada a la sensibilidad del objeto que dentro se hace presente, toma cuerpo.
El fondo blanco, además de generar el mencionado contraste con las figuras protagónicas, concentra la atención sobre los cuerpos. Acentúa la idea de la desnudez y a la vez esculpe el espacio de esta nueva propuesta fotográfica. Pero no hablo de límites, sino más bien de terrenos difusos donde los bordes más que separar generan polisemia. El sujeto retratado se multiplica hasta el infinito en un juego de lecturas donde se relacionan adentro y afuera, interior y exterior, individualidad y multiplicidad, subjetividad y materialidad, y así sucesivamente.
Como puede advertir fácilmente el espectador, estamos ante una muestra de contrastes. Su estructura se basa la confrontación de las ideas preconcebidas para explorar nuevos sentidos. Se habla de sexo y sexualidad, pero también desde estas concepciones se exploran nociones de identidad y género. Se expone un cuarto oscuro, despojándolo de su supuesta intimidad, para desnudar de sí mismos a sus protagonistas. La confrontación toma cuerpo en el ejercicio de la mirada. Estamos ante un tema tradicional en la historia del arte, el desnudo masculino, y en un espacio habitual para la circulación y el consumo de las artes visuales, la galería; pero a la vez estamos en un terreno de disidencia corporal y conceptual. Fotografía de arte vs fotografía de moda, Robert Mapplethorpe vs Mario Testino, el borde vs el canon, las perlas de René Peña sobre su espalda desnuda vs la luz de la linterna del policía con alzheimer de Rocío García. El contra aquí no es excluyente, puede (más bien debe) leerse también como un y; tomando ambos un solo cuerpo, un solo espacio, un fondo blanco, un cuarto oscuro.